BANAUE-SAGADA

3FEBRERO-BANAUE

Desde Manila salimos con el bus nocturno a 21´30h y arribamos a Banaue a 7h.

Estamos en la CORDILLERA CENTRAL. Montañosa. Aislada. Ocupa un 7% de Filipinas pero apenas acoge a un 2% de la población. 

Aquí viven los igorot: "gente de las montañas" que, según su ubicación y grupo, son los ibaloi, kalingas, bontocs y los que nos vamos a encontrar por Banaue: los IFUGAO.

Banaue es una pequeña localidad encaramada a la montaña. 

Banaue

Lo que en verdad nos ha traido hasta aquí es su magnifico entorno, con unos valles hechos con esculpidas TERRAZAS DE ARROZALES

excursiones desde Banaue

El bus nos deja en la parte superior del pueblo. Sólo se ha de bajar la escalinata para en 1min estar en el centro de la localidad.

mototaxis en Banaue

Alli se ubica el centro de información (dan un precario mapa por 25pesos) y varios hoteles en un radio de 100m.

ALOJAMIENTO:

-Peoples hotel son 500p sin baño y 800 con. 
-Garden solo tiene de 1000p, y enfrente está:
-Wonder por 400p la doble con baño (agua caliente), terraza, limpio. Muy atentos. Recomendable sobre todo por el trato. (4€pp)

Una ducha para quitarnos el “moho” del viaje y a 9h partimos. 
Vamos a hacer la EXCURSIÓN POR LA ZONA ALTA. EL VALLE DE LAS TERRAZAS DE ARROZ:

Siguiendo a pie la carretera a Bontoc, atravesando distintas aldeas, en 15min alcanzamos un primer mirador (hay 4). Allí vimos a dos ancianos de la TRIBU IFUGAO, con su tocado de plumas, su manta, su ropa roja y azul.

LOS IFUGAO:

Son una de las tribus igorot: “gentes de las montañas”

Antaño eran tan aguerridos e indómitos que las misiones españolas no pudieron con ellos. Famosos por su “caza de cabezas”. Sólo los estadounidenses, que abrieron carreteras a esas tierras altas, lograron pacificarles.

Hoy son mayoritariamente cristianos, también protestantes y otras religiones, aunque muchos mantienen sus CULTOS PAGANOS. Por eso aún quedan chamanes y se mantienen ritos de purificación, o de invocación a Kabunyian, el creador, o al Bulul, el dios del arroz, que generalmente se halla en forma de talla en el granero. Él vigilará el arroz y aumentará la siguiente cosecha.
Y también peculiar son sus funerales, que duran 3 dias, con un gran banquete con el difunto sentado en una silla presidiéndolo.

Sus poblados (ilis) tienen unas tipicas casas de madera sobre pilares, a las que se accede mediante una frágil escalera y una estrecha puerta. Su tejado es piramidal, de paja. Aunque paulatinamente se van sustituyendo por otros de chapa.

Bajo ella se ubica el lar. Y en el interior del saledizo de ese tejado se cuelgan cráneos de animales, rodeando la casa. A más haya indica que mayor es la posición económica de esa familia.

Respecto a la indumentaria los hombres portan un tocado de plumas y un escueto taparrabos rojo. Las mujeres falda, estola, predominando igualmente el rojo

Hoy pocos hacen uso de esa vestimenta. Más los ancianos, y más para sacarse un dinerillo apostándose en los miradores.

A ellos seguimos ascendiendo hasta un 2º, 3º y 4º. Este ultimo es el principal y se halla en medio de una aldea, a 5km de Banaue.

A más alto se ubica el mirador más espectaculares vistas al valle con sus terrazas de arroz.

VALLE DE BANAUE

Desde el 4º mirador parte el camino a la aislada aldea de BOCOS y a CASCADA THAWAN. Se inicia con una fuerte bajada con escalones, se atraviesa un riachuelo y... ¡ya comenzamos a comprobar que el asunto no va a ser sencillo! Hay muchas intersecciones, ninguna indicación, escasez de gentes a quien preguntar y, además, no les gusta que vayas sin guía.

CONTRATAR UN GUÍA ES IMPRESCINDIBLE PARA HACER ESTE CAMINO. La dirección a seguir es evidente pero se han de sortear las terrazas y has de saber por dónde hacerlo o las pasarás canutas. Hay diversos pasos complicados, muchos por el borde de esas terrazas, muy aéreos (como tengas vértigo olvídate). No es sencillo.

sorteando las terrazas con Jefferson y Griop

en la aldea de Bocol

Era Domingo y nos encontramos dos chavales: Jefferson y Griop, avispados. Viven en la aldea del mirador. Con ellos sorteamos esas terrazas, a tramos por unos pasajes soberbios, pero también hubo pasos donde un traspié hubiera sido un disgusto muy serio, con muchos metros de caida. ¡Y ellos lo hacen cotidianamente para laborar esas terrazas!

Había varios fuertes desniveles. Terreno muy lodoso y resbaladizo. A veces íbamos por el canal de riego, otras por el ribazo de la terraza, con su pronunciada pendiente a un lado. Como un funambulista.

Por fin llegamos a la solitaria aldea de BOCOL, atravesamos sus típicas y humildes casas de madera, sobre pilares, e iniciamos la fuerte bajada por una escalinata de piedra, atravesando otras aldeas de 4-5 casas igualmente aisladas.

Llegamos a Banaue a 14´30h. Atravesamos su puente colgante y ya solo nos quedaba la subida por la otra orilla del rio para estar en su centro
Invitamos a Jefferson y Griop a unas cocacolas (antes también les habíamos hecho unos bocadillos de ¡jamón! que por primera vez  probaron. De primeras lo miraron muy extrañados, ¡y les gustó!) Igualmente les dimos una propina y les pagamos el triciclo de vuelta a su aldea.

A la tarde dimos un paseo por el pueblo (el ayuntamiento, el mercado, la bajada al rio por el otro costado, sus barriadas más populares)

Cenamos en Peoples con su magnífica terraza colgada del precipicio. Sopa vg y de cebolla+una “afritada de pollo” (con zanahoria, tomate, patata) muy bueno. Con su cerveza San Miguel-285p (2´8€pp)

4Febrero-LA FABULOSA EXCURSIÓN A BATAD

BATAD

BATAD ¡NO OS PERDÁIS  VISITARLA! ¡Es una maravilla! Se trata de un anfiteatro encajado entre las montañas, en un onírico valle. Las terrazas de arroz han sido increíblemente esculpidas hasta lo alto de la ladera. Y en medio de esos arrozales se ubica la aldea con las casas típicas ifugao.

Contemplarlo desde las alturas de la última terraza es sublime. 

Para llegar hasta ella se ha de alcanzar el desvío ("juntion") que se haya a unos 20 km de Banaue. Desde ese cruce el camino (la pista) asciende 3-4km hasta SADLE que son tres chiringos y la explanada que es el último punto donde pueden llegar los vehiculos motorizados, luego quedan otros 4 km hasta BATAD cuyo único acceso es a pie.

1-EN JEEPNEY PÚBLICO: Parten de la plaza de Banaue y llegan hasta Sadle pues son todoterreno. Lo malo es que el jeepney sale a 15h  desde Banaue y desde Sadle regresa a 9h. (150pesos-3€) (Malo para el turista ¡pero no para ellos! Recordemos la palabra ¡público! ¡Ese es el horario más conveniente para que ellos puedan ir al mercado, al médico, a realizar sus gestiones, y luego regresar!)

2-Los tricicles sólo llegan hasta el cruce y parten cuando tú quieras (700pesos). A partir de ahí tienes una hora a pie hasta Sadle y otra a Batad.

3-También puedes usar jeepneys privados. O contratar en Banaue un guía que se encargará de gestionarlo. PRECIO GUÍA /DIA-1000-1200pesos (20-25€)

4-Una última opción fue la que elegimos nosotros. De buena mañana, entre 8-9h, hay otros jeepneys "no oficiales" que parten cuando se llenan. Es una lotería.

Tomamos uno que por 100pesos pp (2€) nos dejó en el cruce. La espera fue sólo de media hora. Pero, ya digo, es cuestión de suerte.

Desde el cruce iniciamos el ascenso a pie. Este trecho no es atractivo. Empleamos 40 min hasta SADLE.
A partir de ahí quedan 3-4km hasta Batad en descenso. Los hicimos en 30 min. Por el camino y no por la empinada escalera de 416 peldaños que nacía entre las casetas de Sadle. Ese camino, en cambio, era más largo pues describía una amplia curva, pero era más suave. Ambos se unían 500m abajo.

Llegamos al borde de ese anfiteatro. ¡Y nos quedamos asombrados! Hasta ese instante no habíamos divisado Batad ni sus terrazas de arroz pues quedaba en la revuelta del valle. 

Desde esas alturas contemplamos aquellas soberbias terrazas escalonadas, la aldea en medio que es Batad de abajo, (nosotros estamos ubicados en el de arriba). 

Intentando no perder la línea de altura decidimos atravesar horizontalmente esas terrazas, por su borde, hasta alcanzar su parte más alta. Ahí nos sentamos y nos quedamos largo rato contemplando esa maravilla.

¡Vaya trabajazo! ¡Es que toda la ladera de la montaña ha sido modificada a golpe de azada!

Desde esa esquina superior parte la senda que sigue el valle posterior con otras aldeas. A 2h queda CAMPULO y a otras 2 más PULA. 4 más y puedes salir a la carretera Benaue-Sagada (se precisa guía para este tramo). Nosotros sólo hicimos un trecho y volvimos

Desde esa "esquina" descendimos la larga y empinada escalera pétrea que sorteaba las terrazas. Otra obra de ingienería impresionante.

A nuestra dcha teníamos Batad de abajo y a la izda el camino que llevaba a la CASCADA TAPPIYAH. Aprovechando que habíamos llegado hasta allá fue el que tomamos.

Fue una fuerte bajada y nos sucedió lo mismo que con Batad. Hasta el ultimísimo instante no pudimos divisar esa cascada. Tras un brusco giro del camino, de pronto, allí la teníamos: alta (unos 150m) y caudalosa,  en una estrecha garganta.

Comimos allí de picnic. Nos dimos un baño y el regreso que pensábamos iba a ser de aupa no nos resultó tan duro.

Y ahora si que nos encaminamos a la aldea de Batad de abajo ubicada entre los arrozales. Una veintena de viviendas y dos iglesias. Hoy son escasas las casas que tienen el tejado tradicional de paja.  (Vi fotos de no hace mucho y casi todas lo tenían).

E iniciamos el ascenso hacia Batad de arriba donde se ubican la mayoría de los alojamientos. (Abajo también hay un par pero como queremos tomar el jeepney de las 9h preferimos adelantar ese trecho)

A media subida encontramos el alojamiento tradicional de RAMON. Regentado, evidentemente, por Ramón. Muy simpático. Puedes dormir en una de las 4 casas tradicionales que rodean la casa principal por 800pesos (8€pp) o en habitación en el piso de arriba de esa casa principal por 400p doble (4€pp). Esa habitación es básica, baño fuera, limpio, y con una terraza tanto superior como inferior con vistas prodigiosas al anfiteatro. Fabuloso.

las privilegiadas vistas desde la terraza de Ramón gh

Una de esas casas tradicionales la tienen como museo. Tal y como era antaño. De madera sobre pilares, a las que se accede mediante una frágil escalera y una estrecha puerta. Su tejado es piramidal, de paja. En el interior del saledizo de ese tejado se cuelgan cráneos de animales. A más haya mayor es la posición económica de esa familia. Ramón posee muchas...

En el interior exhibía lanzas, tocados, útiles tradicionales. El granero de arroz se ubicaba arriba del todo. Allí estaba la talla de Bulul, el dios del arroz.

una casa ifugao es museo, las otras alojamiento

Nos tomamos unas cocacolas (50p) viendo el atardecer sobre el anfiteatro. Y aquello se merecía rematarlo con una buena cena: “asado” de pollo, pizza al estilo Batad, (con muchas verduras), y la cervecita San miguel-4´5€

Tras la cena Ramón nos hizo una de las costumbres de los ifugao: un fuego alrededor del cual nos sentamos los 6 huéspedes que estábamos, junto a varios vecinos. Nos contó que así lo hacían sus antepasados: reunirse al atardecer para contarse historias. Y pasó a relatarnos las costumbres locales, lo de que el culto pagano sigue muy presente, que aún hay chamanes... También que Batad no es un paraíso. Las terrazas de arroz poseen dueño, y pertenecen a unas pocas privilegiadas familias que las transmiten de generación en generación. Las otras trabajan para ellos. Luego nos tocó a nosotros contar algo de nuestras vidas.

5FEBRERO/SAGADA“Las cuevas de enterramiento y los ataúdes colgantes”

Amanecimos en Batad, al Norte de la isla de Luzon, la principal de Filipinas. Echamos un ultimo vistazo a su anfiteatro de terrazas y a 7’15h iniciamos a pie el camino de regreso. En menos de 1h estuvimos en SADLE. Allí tomamos el jeepney público a Banaue de las 9h. 150pesos-3€. Son 20km.

Tal que llegamos a Banaue vimos un minibus que iba a partir hacia SAGADA. Con nosotros llenaba.  250pesos (5€). Así que rápidamente recogimos el equipaje que dejamos en Wonder guesthouse y salimos a 10’30h.

En 2h llegamos a BONTOC, que ya es más ciudad, a orillas del rio. Lo atravesamos para luego ascender un nuevo puerto de montaña con un bosque que mas parecía mediterráneo, con numerosos pinos, el árbol predominante en esta zona. Eso sí, con arrozales entre medias.

A 13h arribamos a SAGADA. No muy grande y todo lo importante se ubica en su empinada calle principal que la atraviesa de parte a parte. Alli se ubica la oficina turismo, el mercado, la agencia de guias, varios restaurantes.

Había también numerosos ALOJAMIENTOS:
Aconsejados por otros viajeros directamente fuimos a RESIDENTIAL GH. Con otra amabilísima señora que lo regentaba. Té y café a libre disposición. Salones. Terraza. Wifi. Cómoda y limpia hab. Baño fuera. 500Rp doble. (5€pp)

Instalados, fuimos a comer a un restaurante que se publicitaba de comida local. Su nombre Pirikpikan y su especialidad pollo pirikpikan que resultó ser un caldo con pollo, tacos de jamón, col, zanahoria, judías. Junto a cerdo kawali que es frito y con una salsa de calabaza. Con cocas salimos a 2’5€pp

pollo pirikpikan

Y comenzamos el paseo por Sagada. Esa tarde hicimos la vuelta sur y el valle de Echo. 

Siguiendo esa calle principal en 15min llegamos al mirador desde el que enfrente divisamos la primera de LAS CUEVAS DE ENTERRAMIENTO: SUGONG CAVE, con varios ataúdes colgando en el precipicio karstico. Curiosísimo.

ataúdes colgando en Sugong cave

Otros 15 min y  llegamos al desvio hacia LUMIANG BURIAL CAVE Y SUMAGING CAVE.
A la primera se accedía siguiendo una trocha que nacía de ese camino asfaltado. No estaba indicado pero era evidente. 10min de bajada hasta esa cueva en cuya pared derecha se amontonaban decenas de ataúdes centenarios, algunos con lagartos tallados en su tapa. Y algunos metidos en la grieta de la pared, a muchos metros del suelo. (¿cómo pudieron colocarlos allí?)

ataúdes en Lumiang cave

LA INTERCONEXIÓN DE LAS CUEVAS:

Desde esta cueva de Lumiang se puede acceder a la de Summaging interiormente. Son varias horas y se necesita guía. (En la agencia de la calle principal se contrata). Es un clásico de Sagada. 

Si no, has de volver a la carretera y seguirla 1km. Con el pinar a un lado y hermosas terrazas de arroz al otro.

SUMAGING CAVE no tiene ataúdes, es una profunda cueva que, ya digo, se intercomunica con Lumiang.

Sumaging cave

Para no regresar al pueblo por el mismo camino nos salimos de la carretera principal. En la aldea de Ambasing, en su escuela, tomamos el sendero que nacía tras su patio de recreo para luego serpentear entre los arrozales y las distintas aldeas populares.

Atravesamos Demang donde estuvo el primer asentamiento de Sagada, Dagdag y entramos en Sagada por el SO.

En este ultimo trayecto no hubo nada especialmente destacable pero fue un paseo muy agradable. Viendo su ritmo de vida, las casas...

EL VALLE DE ECHO:

Ya en Sagada recorrimos su centro, con el pequeño mercado. Al Norte pasamos la iglesia de St Mary’s y, tras ella, el cementerio ubicado sobre una colina. Tras él estaba el acceso al VALLE DE ECHO
Fue un sendero muy bonito entre ese valle boscoso. En lo alto de esa colina había un mirador que nos permitió ver por primera vez lo más curioso de Echo: el paredón rocoso donde se ubicaban  ataúdes colgantes.

Para llegar a ellos, situados en la base del valle hubimos de dar con el camino de descenso que, en 10 min nos metió en el valle.

una vez delante de esos ataúdes nos quedamos desconcertados. Estaban colgados a 100m del suelo. 

Continuamos el camino por el lecho del valle, totalmente entre la naturaleza. La mayor parte encajado entre el desfiladero en cuyos paredones se ubicaban otras cuevas, (la mas grande Lantang cave con el rio que se introducía en ella. Para recorrerla interiormente se requiere un guía).

Sorteamos ese río, e iniciamos un suave ascenso que nos desembocó en la carretera, al lado del Inn café. 5 min más y anocheció. ¡Por los pelos llegamos!

El remate  perfecto hubiera sido tomar a continuación el desvio a la cascada Bokong pero ya habíamos sido suficientemente inconscientes realizando ese camino por el valle de Echo con un muy precario mapa, sin orientación clara, y a última hora de la tarde. ¡A punto estuvo de caernos la noche y no íbamos preparados! la verdad es que esas sensaciones nos redoblaron la atracción que sentimos por el ya de por sí precioso valle.

Por la carretera regresamos al centro, unas cervezas bien merecidas y compramos en el super para cenar en el confortable salón del hotel