Dom-8Dic: SAMARCANDA: AFRASIAB,
MARAKANDA, SAMARKANDA, САМАРКАНД
Encrucijada de culturas.
El máximo exponente de LA RUTA DE LA SEDA.
El sueño del gran conquistador
Tamerlán que la engalanó de espléndidas mezquitas, madrasas, mausoleos... con su fabuloso estilo
timúrida de cúpulas turquesas, minaretes, y,
sobre todo, esas inconfundibles fachadas de entrada llamadas PISHTAK.
Cuando Alejandro Magno la vio por primera vez dijo: “Todo lo que había oído sobre Samarkanda es verdad,
excepto que es mas hermosa de lo que había imaginado”. ¡Y
aún no existía el Registán, ni la mezquita Bibi Khanum, ni el mausoleo de Tamerlan, ni la
necrópolis de Shah-I-Zinda!
O Ibn Batuta: “una de las más
grandes y más perfectamente hermosas ciudades del mundo”.
Hoy
esas joyas se envolvían en en una ciudad que más se asemejaba a un pueblo de casas
bajas, con callejas humildes, sin iluminación por las noches
HISTORIA:
Sus orígenes se remontaban ocho siglos antes de Cristo.
Afrasiab era una ciudad amurallada sobre una colina, emplazada
en el extremo norte de la actual Samarkanda.
Después el persa
Aqueménidas la hizo suya hasta que en el 329 a .C. Alejandro Magno
la conquistó sin apenas resistencia. Ya entonces la fama de Marakanda, que era como la conocían los helenos,
traspasaba fronteras.
Tras el macedonio se sucedieron los Reinos o Khanatos
de los que formaría parte Samarkanda. Entre ellos los Sasánidas (II Imperio Persa).
Recién nacido el Islam los árabes se hicieron con ella.
Recién nacido el Islam los árabes se hicieron con ella.
En el XIII Genghis
Khan la arrasó, pero décadas después volvió a
resurgir, recibiendo a viajeros como Marco Polo o Ibn Battuta.
En 1370 el conquistador turco-mongol Amir Timur, (Tamerlán), optó por Samarkanda para que fuera la capital de su Imperio. Entonces la ciudad se convirtió en mítica. El Centro del Mundo.
Los mejores arquitectos y artesanos puso Tamerlán para alzar
madrasas, mezquitas, palacios, mausoleos...
Labor que continuaron sus sucesores, entre
ellos su nieto Ulugh Beg
De esta forma se alzó el Registán (entre 1420 y 1660), la gran mezquita Bibi Khanum, la necrópolis...
El español Ruy González de Clavijo que visitó a Tamerlán en 1404, un año antes de morir éste, se enamoró de una
Samarkanda que en esa época contaba con 150000 habitantes y relató en sus crónicas su suntuosidad:
«…el Señor avía gran voluntad de
ennoblecer esta ciudat, ca en cuantas tierras él fue e conquistó, de tantas
fizo levar gente que poblasen en esta ciudat e en su tierra, señaladamente de
maestros de todas artes».
Muchos años después llegaron los
rusos y la ciudad adquirió una nueva fisonomía.
Junto a Bukhara y Khiva conformaban "las tres grandes de Uzbekistán".
Junto a Bukhara y Khiva conformaban "las tres grandes de Uzbekistán".
LLEGADA A SAMARCANDA:
Desde Tashkent. A 7´15h tomamos dos taxis hasta la estación de tren (15000som)
Mostrando
el pasaporte, sacamos los billetes al momento
billete Tashkent-Samarcanda |
TRENES A SAMARCANDA:
Alta frecuencia.
-El AVE demoraba 2´10h-52000Som- 13´6€
-El normal eran 3´30h-32000Som-8´4€
el tren normal y el ave |
Excelente tren. Puntualísimo,
En la estación había fuertes
controles. ¡Hasta 4 veces nos
pidieron pasaporte y billete antes de llegar al andén! El equipaje hubimos de pasarlo por un escáner.
Desayunamos en el tren y a
las 12h, tras un trayecto por una árida estepa, llegamos a Samarcanda.
Puesto que la estación quedaba apartada del centro tomamos 2 taxis hasta el hotel Karavan Serail 10000som+2/6p-1€pp
Uno de esos taxistas era Akmal Ibadov que también ejercía de guía y podía confeccionar
tours: Tf: 998662370454 / Email: aibadov@rambler.ru
KARAVAN SERAIL HOTEL
Si estamos en la ruta de la
seda, ¡y en Samarcanda!, ¡¿qué mejor que alojarse en un
karavansar?!
En realidad, tras atravesar su patio de entrada, era un bonito hotel
decorado tradicionalmente
A pie, en 5min, llegamos a la MEZQUITA BIBI KANUM ¡Con esas cúpulas típicamente azules!
LA LEYENDA DEL BESO:
El nombre de Bibi Khanum era el de una de las esposas de Tamerlán.
Quiso hacerle un gran
regalo con el que recibirle cuando él regresara de una de sus largas campañas
militares y lo que se le ocurrió fue alzar la más grande y vistosa Mezquita.
Para
ello implicó a los mejores arquitectos y no se escatimaron medios ni materiales.
Pero el asunto se complicó cuando el arquitecto principal, prendado de la
reina, la chantajeó diciéndole que si quería ver concluida aquella obra habría
de permitirle un beso. Ella se negó, le ofreció cualquier otra mujer que
deseara, pero el arquitecto no cedió.
El tiempo se le echaba encima, su esposo estaba a punto de regresar,
así que finalmente no le quedó otra que acceder. Un arquitecto enfebrecido mordió sus labios
dejándole una marca que Tamerlán descubrió y le hizo descubrir su infidelidad.
Subió con ella al minarete con la excusa de divisar tan magna construcción, sólo que él tenía otros planes: la venganza. Y esta
se consumó cuando la empujó al vacío.
Leyenda aparte, Tamerlán quiso que su gran capital tuviera una Mezquita
acorde a esa magnificencia. La inició en 1399 a su llegada de una campaña militar en
Delhi, acabándola poco antes de su muerte en 1405. Para ello trajo los
mejores artesanos procedentes de Persia, India, Damasco, Bagdad...
La rodeamos tragándonos cada uno de sus detalles.
Pero
dentro sólo se
visitaba el patio, porque al interior de la
mezquita un enrejado impedía el paso, aparte que presentaba sus paredes desnudas.
En ese patio había un gran facistol de piedra. ¡Si una mujer pasaba por debajo quedaba embarazada!
patio interior de Bibi Khanum |
La mezquita quedaba equidistante entre Afrosiab al Norte y el Registán
al Sur, ambos a 10-15min a pie. Una gran avenida peatonal las unía.
Desde Bibi Kanum nos
dirigimos a la mezquita Hazrat Aquí comenzaba el área donde estuvo Afrosiab, la cuna de Samarcanda, que se remontaba a 8 siglos
antes de Cristo.
Giramos al este para a
300m visitar SHAH-I-ZINDA la necrópolis timúrida. ¡sublime!
Entrada 7000Som-2€
Tras atravesar su monumental arco de entrada se
ascendía una escalera de ladrillo, se pasaba un nuevo arco, en este caso blanco y
simple, que daba acceso a la belleza más absoluta.
pishtak de entrada a Shah-I-Zinda |
Cada uno era un soberbio edificio con su vistosa piel de azulejos.
Cada mausoleo con su respectivo pishtak y ninguno que no fuera espectacular:
El de la hermana de Timur: Shirin Beka, alzado en el XIV.
Se podía entrar en ellos. Unos eran más elaborados que otros.
Los juegos de luz, los reflejos, todo se conjuntaba para hacer aquello mágico, abrumador.
Regresamos por la avenida
peatonal, volvimos a pasar por delante de Bibi Khanum, y nos dirigimos al REGISTÁN
Estaba formado con 3 madrazas dispuestas en una “U”:
Ulegh Beg
de 1420,
Sher Dor (del león) de 1636
Tilla Kari (de oro) de 1660
De nuevo aquello te sobrepasaba.
Primero nos apostamos en una
terraza mirador que quedaba en la calle frente a ellas.
Desde ahí admiramos “La Plaza”, ese espacio delimitado por aquellas
tres madrasas.
La primera madrasa se inició en tiempos de Ulugh Beg (el
nieto de Tamerlán) en 1420. La última 2 siglos después, en 1660.
Una madrasa es una escuela, un lugar de enseñanza, y estas acogieron a
los más eruditos astrónomos, filósofos, teólogos, científicos, médicos...
Pasamos a su interior. Entrada 16500pp, al ser grupo de 6-15000Som-4´5€
Todo el turismo (poco) que
había en estas fechas era uzbeko, y familiar. Se nos acercaban para charlar, hacernos fotos mutuamente. La mayoría presentaba un clásico de
belleza por estos lares: ¡LOS DIENTES DE ORO!
La cúpula y el mirhab de Tilla Kari eran los más excelsos.
Shir Dor se la llamaba del león pues en su pishtak había dos leones (más parecían tigres), saltándose esa norma islámica de no dibujar animales y personas en edificios religiosos.
Esa imagen estaba en los billetes de 200som
Nos fue fascinante ver el Registán a distintas horas del día
Entrada 2000Som-0´8€
Otro edificio majestuoso. En
su caso solitario en mitad de un parque.
Con su cúpula, dos minaretes a cada esquina y
su pishtak
En su interior albergaba la TUMBA DE TAMERLAN, junto a otros descendientes suyos y personajes significativos para él, como su maestro espiritual.
mausoleo de Tamerlan |
Su cuerpo se encontraba aquí en contra de su voluntad.
¡Él jamás quiso
que ésta fuera su última morada! sino la que se había hecho construir en su
ciudad natal, Shakhrisab, a 90 kilómetros al sur de Samarkanda. Más humilde
y discreta.
Porque el gran conquistador ni quería un aparatoso mausoleo, ni un
rimbombante funeral
Pero sucedió que al fallecer en 1405 los caminos hasta Shakhrisab
estaban impracticables por el agua, así que se le dio sepultura en el mausoleo
iniciado por su nieto Mohammed y ya ahí quedó.
Tamerlán quiso que su tumba llevara una inscripción: “Aquel
que ose molestar mi sueño, se enfrentará a un enemigo todavía más poderoso que
yo”.
Y así se respetó hasta 1941, cuando en tiempos de la URSS el
científico Gerasimov abrió su tumba con el consentimiento de Stalin. Incumpliendo el deseo de Tamerlán. Con lo cual… ¡su
maldición se cumplió!: tal que se abrió la tumba el ejército alemán
inició su entrada en la URSS en la Operación Barbarroja.
En el mismo parque quedaba el mausoleo de Ruhabad, de tamaño menor, donde se custodiaba un mechón de pelo de Mahoma.
Regresamos al Registán. En
sus cercanías estaba el RESTAURANTE LABI GOR
Con dos plantas: la inferior
era una terraza al aire libre, con su área de barbacoa y la superior un comedor de desfasado
abolengo.
La primera media hora de comida hubimos de hacerla
a la luz de las velas hasta que llegó la electricidad. (Otro clásico de Samarcanda)
Un vino blanco Rkasiteli, sopas, ensaladas, kebabs, té-143000Som/6p-6€pp
Al lado del hotel habíamos fichado una pasteleria fabulosa donde tomamos el postre: la tarta típica de Samarcanda (exquisita) y tés 12000Som/6p-0´5€pp
Al lado del hotel habíamos fichado una pasteleria fabulosa donde tomamos el postre: la tarta típica de Samarcanda (exquisita) y tés 12000Som/6p-0´5€pp
Desayuno incluido en el
hotel.
A 90km al sur de Samarcanda estaba Shakhrisabz, ciudad natal de Tamerlán.
Nuestra idea era luego continuar hasta Bukhara.
Para ello entonces se había de recurrir a transporte privado.
A través del hotel nos lo ofrecieron por 15€ a Shakhrisabz (visita de esta localidad cuanto tiempo deseáramos)+19€ a Bukhrara. Total 34€pp
Incluyendo también la tumba de Daniel y el observatorio a la salida de Samarcanda.
Partimos a 9h en un moderno monovolumen. Nuestro chófer
se llamaba... ¡Chocolat!
A la salida de Samarcanda,
en la zona de Afrasiab, hicimos una parada en la tumba del profeta Daniel
Se
sitúaba en el interior de un mausoleo ubicado en un cañón, a orillas del río.
En su interior un sarcófago larguiiiiisimo, cubierto enteramente de un manto verde y escrito con caligrafía árabe.
Era tan
largo porque el profeta seguía creciendo aún después de muerto.
Siguiendo la carretera, a 10min más, estaba el observatorio de Ulugh Bek, alzado por el nieto de Tamerlán, que fue un gran aficionado a la astronomía a la que aportó importantes avances. Se conservaba parte de su astrolabio, y había un museo con sus libros, maquetas, instrumentos de astronomía...
Otro
museo en la zona era el dedicado a Afrasiab, la cuna de Samarkanda, donde se han hallado los restos arqueológicos
más antiguos.
Continuamos
hacia Shakhrisabz, 90km por una
bonita carretera donde nos fuimos cruzando con gentes uzbekas al 100%, con sus
vestimentas típicas. Sobre todo las mujeres con largos y muy coloridos
caftanes.
Shakhrisab fue la 1ª capital timúrida.
Era una localidad pequeña y se concentraba en una
avenida que iba desde el palacio de Tamerlán hasta la Gran mezquita.
Entre medias se situaban varias mezquitas, el museo y, sobre todo, ¡unos
mercados llenos de vida!
Chocolat
nos dejó en AQ-SARAY, (el palacio blanco), el palacio de Tamerlán
Sus dimensiones ya dicen cómo de colosal debió ser el resto.
Por delante se encontraba una estatua del conquistador
Por delante se encontraba una estatua del conquistador
A partir del palacio en línea recta estaban todos los monumentos, mezquitas y mercados de la localidad.
En un
paseo de 20min, pero que nos llevó mucho más por lo interesantísimo que nos resultó.
Chocolat nos aguardó al otro extremo.
En
el futuro esos puntos de interés estarán unidos por una gran vía peatonal, pero
en esas fechas estaba en obras y hubimos de pasarla por un terreno totalmente
levantado y embarrado.
A ambos lados enseguida vimos
sendas mezquitas de ladrillo visto.
Seguía otra construcción de similar aspecto, con el ladrillo ocre. Era el MUSEO que, al
igual que el paseo, estaba en obras.
A continuación EL MERCADO CUBIERTO.
Y, si ya este mercado nos encantó, aún más el descubierto, extendido a lo largo de esa avenida ya hasta la gran mezquita.
Un puesto tras otro: de frutos secos, de garbanzos que se vendían sin
sacarlos de su planta, melones, sandías, carnes expuestas
en una carretilla, panes amontonados en otro expositor fabuloso: ¡unos
carritos de bebé!; por cierto, también vimos unas cunas de madera muy originales, de vivos colores y con un agujero redondo en su suelo.
¡Y aquello no paraba!: telas, hornos de adobe donde preparaban deliciosas empanadas de carne...
Nos llamó la atención un apartado donde se sentaba un corro de
mujeres. Sobre sus rodillas cada una tenía un estuche abierto en el que exponía un
muestrario de pendientes, sortijas, brazaletes... ¡Eran las joyerías!
Siguiendo esos puestos alcanzamos la Mezquita Dorut Tilyovat
Un complejo formado por dos mezquitas, jardines (que estaban también en obras), madrasas y mausoleos, el más importante el de Tamerlán
Entrada-3000som-0´8€
Vimos esas dos mezquitas, una frente a otra, con sus altivos pishtak (puertas de entrada) Luego una tercera, y enfrente, sin llamar la atención, se encontraba una cripta. Era la tumba de Tamerlán: una caseta con un portón sobre cuyo dintel un letrero rezaba: “Amit Temur er osti dahmasi” 1380-1404.
Tras pasar su entrada, una escalinata te descendía un metro bajo tierra, hasta una sala octogonal en cuyo centro estaba el sarcófago de piedra.
Tamerlán expresó su voluntad de que se le enterrara acá, en su ciudad
natal, lejos de todo boato, pero sus deseos no se cumplieron y sus restos están
en el mausoleo Gur-e-Emir en Samarcanda.
tumba de Tamerlán A pesar de las obras, nos encantó Shakhrishab. Tanto sus monumentos, como su gente. Sobre todo en aquel mercado lleno de vida, situado a todo lo largo de su avenida principal. |
Partimos
a 14´15h. Ahora quedaba un largo trayecto hasta Bukhara por un paisaje monótono,
plano, gris.
Nos detuvimos en QASI, en un excelente restaurante de carretera llamado Mo´jiza, frecuentado por la gente local.
Con
distintas secciones: la terraza al aire libre, la zona de barbacoa, la
panadería (el lugar era famoso, y con razón, por su pan que elaboraban ellos
mismos) y los comedores interiores.
Tomamos una variedad
de ensaladas, sopas, pollo, cervezas, exquisito té de limón (ya quedaríamos
aficionados a él)-104000som/6p-4´7€pp (incluyendo invitación a Chocolat)
Entre sus visitas poseía un destacado museo arqueológico, Zaurmala (una estupa de adobe en ruinas), el mausoleo de Al-Hakim Al-Termizi, los restos de un templo budista del siglo
III, Kyr Kiz (la fortaleza), Kokildor (la casa de los sufíes) y el complejo de mausoleos del Sultan Saodat.
Nosotros de Qasi continuamos hacia el oeste para llegar a Bukhara a 19´45h.
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