VALLE ISTRIA

21 FEBRERO 2019-ESCAPADA AL SUR DE ITALIA: ¡LA BOTA!

REGIONES DE APULIA, BASILICATA, REGIO CALABRIA Y CAMPANIA (NÁPOLES)
:

PMI (Yas)-Valencia a 7´10h

Valencia-Bari a 10h llegada a 12,30h. Con ryanair 

AEROPUERTO DE BARI-PUGLIA. Pequeño, manejable. Llamamos a GOLDCAR, la oficina que escogimos para el COCHE DE ALQUILER, y nos recogieron con su shuttle. 
9días-81€. Le sumamos 194€ de seguro total + 16€ lunas-En total salió a 32€/dia

Ya con el coche, enfilamos la autopista hacia el Sur. Infraestructuras mal cuidadas, destartaladas, falta de mantenimiento.

LA CONDUCCION ITALIANA:

1-En autopista: al no tener carriles de aceleración enseguida has de introducirte en ella. ¡Y la mayoría lo hace sin mirar si viene otro coche! ¡Eres tú el que has de estar atento a su salida!

Y si te colocas en el carril izquierdo ¡prepárate para ir a más de 120km/h o se te pegarán a mm!

Iban rapidísimos. Reconozco que buenos conductores, seguros.

A la que veían un radar (sólo los de policía, móviles, a los fijos ningún caso), frenaban en seco.

¡Y ojo a pasarte de salida! Los cambios de sentido son escasos, o no hay, o te metían por unos desvíos larguísimos.

2-En ciudad: el tráfico es denso, aunque no tan anárquico como su fama dice. Sólo en los cruces has de adaptarte a SU CÓDIGO, esto es: aprender a “METER MORRO”:
Da igual tengas tú la preferencia, ellos se asoman, así te muestran que van a cruzar, y tú ya te das por enterado y has de dejarle. Una vez lo entiendes hasta es divertido. 

Nuestra ruta

Salvo un par de frenazos in extremis (por un camión que nos salió a la autopista sin mirar y otro cuando el de delante detectó un coche policía radar), no tuvimos más problema.

Aparcar en las localidades pequeñas fue sencillo. Por la ventaja de ir en temporada baja. 
Casi no pagamos parquímetro. Y cuando lo hicimos  estos eran baratos: 1€ por un par de horas

En Bari, ya más grande, usamos el parking municipal (una explanada) al lado del castillo. Sólo 1€/2h

En el caso de Napoles optamos por dejar el coche en Pompeya (no en los parkings “oficiales” pues, aparte que no permitían dejarlo por la noche, no nos dieron ninguna confianza. Asi que lo hicimos en un callejón que encontramos tras la gasolinera Agip, a 200m de la entrada lateral a las ruinas. 2 dias estuvo allí y lo encontramos intacto al regreso) Desplazándonos a Napoles con el muy cómodo y frecuente tren circumvesubiano 

Hicimos 1500km en 9 dias

Gasolina: cara, Super y diesel: a 1,5€/l

Y estábamos yendo por la autopista hacia el sur. Bari lo dejaríamos para el final.

Estabamos en LA REGIÓN DE APULIA (PUGLIA), el tacón de la bota.

A 39km (14,15h) hicimos la primera parada en la localidad costera de : POLIGNANO DE MAR, ¡y ya comenzamos a quedar fascinados!

Como también comenzamos a ver lo que sería UN CLÁSICO DE ESTE VIAJE: la gran mayoría de las poblaciones tenían una envoltura horrible, hecha de feísimos edificios acolmenados. Por eso la sorpresa siempre nos era enorme cuando pasábamos a su centro para descubrir su parte antigua y ésta sí que era muy atractiva, con calles llenas de sabor, encantadoras, muy agradables para pasear. 
¡ASÍ QUE NO TE DEJES INFLUIR POR ESA ENVOLTURA TAN HORROROSA!

POLIGNANO

En ella destacaba:

LA PLAZA, donde aparcamos. Al ser mediodía sin necesidad de pagar parquímetro. (De 13 a 16h gratuito)

Vecino a ella la espectacular salida del torrente hacia el mar, encajada entre altos paredones. 

Con su playa que en esas fechas estaba vacía, en temporada alta vimos fotos abarrotada.

Como Barrio sésamo: Playa vacia y.....

....Playa llena

Cruzamos el puente que sorteaba ese torrente, desde él la vista era portentosa.

Para acceder a esa playa se hacía desde la otra cara, se descendía al torrente, se pasaba bajo el puente y se seguía a la desembocadura.

Cruzamos el ARCO de entrada a la CIUDAD VIEJA 

Y nos quedamos enganchados a sus calles de piso empedrado, bonitas casas e iglesias, macetas por doquier, semipeatonales, tranquilas, ropa tendida ¡Otro clásico!... 

Su frente asomada al mar, bien encima del borde del acantilado.

MONOPOLY:

A 6km de Polignano. 
Otro encantador y pequeño pueblo costero donde podías pasarte un tiempo infinito.

Tras sobrepasar su feo envoltorio, aparcamos en el PUERTO. En las inmediaciones del CASTELLO CARLOS V que ocupaba el final del promontorio, a orillas del mar.

Las edificaciones que cerraban ese puerto eran magnificas, con las fachadas superpuestas, a modo de puzzle, alternando colores blancos y ocres, destacando los arcos del PALACIO MARTINELLI

Atracadas, estaban las típicas barcas de color azul y rojo

Rodeamos el Castillo y recorrimos el PASEO MARITIMO hasta el BASTIÓN DE STA MARIA.

Despues nos sumergimos en la parte antigua colindante, y lo mismo: increíbles calles, casas blancas, mediterráneas, plazas, multitud de iglesias, monasterios, fuentes, rincones mágicos…

También estuvimos en la ciudad nueva, en su plaza, pues había un mercadillo. Nos tomamos unos CANOLI DE PISTACHO deliciosos, ¡insuperables! (2,5€)

LA REGION DE LOS TRULLIS

A continuación nos metimos hacia el interior, hacia EL VALLE DE ITRIA, con varios pueblos arrebatadores: ALBEROBELLO (magnífico, encantador, soberbio, maravilloso, mágico…), LOCOROTONDO, OSTUNI, MARTINA FRANCA, CISTERNINO. (Todos  igualmente merecedores de idéntica sobreadjetivación)

nuestro coche y los trulli

LOS TRULLI eran unas típicas y tradicionales viviendas, con forma circular, de paredes hechas con piedra caliza que se obtenía de los campos cercanos, sin argamasas, encaladas, y techo cónico de pizarra. 
Eran unas casas humildes, con la singularidad que, si llegaba el recaudador de impuestos, bastaba extraer una pieza y la casa se desmoronaba, así se libraban de los tributos por ella. Volver a montarla era sencillo y relativamente rápido.

Hoy siguen habitándolos, como casa habitual, eso sí, muy mejorados, incluso ampliados añadiéndole más vivienda.

MUCHOS SE HAN RECONVERTIDO EN UNOS ALOJAMIENTOS GENIALES. 

Nosotros estuvimos en los fantásticos Massera Rosa en Alberobello y el Sereno Angelo en Locorotondo.

Recorrer las carreteritas que unían esos pueblos fue maravilloso, estrechas, serpenteantes, rurales, descubriendo aquí y allá más de esos trullis. 
En Alberobello estaba la mayor concentración.

Este primer dia, entre CAMPOS DE OLIVOS que acá se distribuían como en un bosque, muchos eran muy antiguos, de retorcidas formas, de un pie, grandes, llegamos a:

Ciudad vieja de Ostuni. Redondeada

OSTUNI. Aquí hicimos la siguiente parada. Y de nuevo para quedarnos boquiabiertos.

Ubicado sobre una pequeña colina, solitaria entre la planicie de campos de olivos y sembrados. 
Enfilamos hacia su centro. La carretera fue trepando suavemente por su ladera, hasta entrar por su calle principal que la ensartaba. En ella aparcamos (con parquímetro: 0.5€/1h. En la máquina HABIA QUE PONER EL NUMERO DE MATRÍCULA)

Cerca de LA PLAZA DE LA LIBERTAD, monumental, con las altivas fachadas del ayuntamiento y la iglesia, presidida por la COLUMNA DEL OBISPO.

Plaza Libertad

Ayuntamiento

A un lado de esta calle principal quedaba LA CIUDAD NUEVA, al otro LA ANTIGUA. Esta última en su plano parecía como “un grano”, redondeada, con sus calles en círculos concéntricos, unida por la VIA CATTEDRALE.

Via catedrale

Por ella accedimos, para descubrir otra localidad de callejones, casas blancas, esa catedral sita en el punto más alto.

catedral

Y en su caso LA CIUDAD NUEVA también era interesante.

A 3km quedaba su parte costera: MARINA DE OSTUNI

18h comenzó a atardecer. Atacamos los 36km que nos quedaban hasta ALBEROBELLO, por una carretera, la 172, estrecha, curvas, olivares, ¡Y LOS TRULLIS!

Pasamos:

CISTERNINO con su iglesia, su torre, su plaza.

LOCOROTONDO (lo visitaríamos, y pernoctaríamos, al siguiente día, quedándonos en el agroturismo: trulli Sereno Angelo) Saltándome la secuencia del viaje esta es la información de LOCOROTONDO: 

La vista del barrio antiguo desde el Valle de Itria, antes de llegar, era magnifica, como si estuviera sobre una peana, aposentado sobre las terrazas de cultivos, las blancas casas en línea, il campanille  y la cúpula de la Chiessa Madre de color ocre destacando sobre ellas

HOTEL TRULLI SERENO ANGELO,  situado a 2km del pueblo, solitario entre la campiña, escondido. Complicadísimo llegar sin el buscador. Tres geniales trullis totalmente equipados, conservando su estructura exterior y modernizados en su interior.

El nuestro poseía un dormitorio central, bajo la cúpula típica de ese tipo de vivienda. A un lado una cocina totalmente equipada, con todo tipo de detalles: cafes, tes, pastas, aguas, infusiones, bollos, leche… y comedor; Al otro un segundo dormitorio para niños y el baño reformado, completo. AC.Wifi. Calefaccion. Tv

El gerente otro encanto. Muy atento. Nos agasajó con una botella de vino de Apulia.

Sereno angello hotel-trulli

Esa noche que llegamos y a la mañana siguiente visitarímos este bonito pueblo. 
Su centro histórico se distribuía en un círculo 

parecía un pueblo andaluz, con sus casas blancas, callecitas, macetas, ventanas enrejadas.

Giusseppe Pinuchio

Dos eran sus puertas de entrada principales: la porta Napoli y la Porta Lecce o Nuova frente a la cual había un gran área de parking.

Ese casco histórico era pequeño, enseguida se atravesaba de parte a parte.  

Por la Porta Napoli se pasaba a una recogida plaza donde estaba:

-La oficina de turismo. Allí conocimos a Giusseppe Pinucho, otro de esos “nonos”, (abuelitos), entrañables, que nos atiborró de posters y almanaques del pueblo.

-Una primera iglesia: la Addolorata.

-La torre del reloj.

A partir de ahí pasadizos, recovecos, infinidad de detalles, vistosas fachadas como la del palazzo Morelli.

En el ombligo otra plaza presidida por la CHIESA MADRE (En realidad dos: San Giorgio y la Anunziata)

Cenamos en la PIZZERIA PINTO, sita en el corazón del centro histórico: 
una pizza ¡Pinto!, con bacon, queso, tomate; y Pizza sistemata, con prosciutto de Martina franca; 
copa de vino blanco y rosado; de postre: bavar napolitano (un bizcocho borracho) y crema catalana. 36€/2p

Massera Rosa

Otros restaurantes eran: Ucurdunn, con platos de la región o la trattoria centro historico

Martina Franca quedaba a 5km; Alberobello a 10km; Matera a 150km.

Había una gruta muy publicitada: Grotte di Castezzana, a 28km.

Pero eso sería al dia posterior, 
En el actual en el km 37,5, (2km antes de llegar a Alberobello) nos alojamos en EL HOTEL-TRULLI MASSERA ROSA.

¡Magnifico alojamiento! ¡Y no menos magnifico el entorno!, ocupando una cuidada parcela, teniendo parking, piscina, áreas comunes.

Tenian alojamiento en trullis o en apartamentos sitos en las rehabilitadas antiguas construcciones.

Nos tocó uno de esos apartamentos. Una gran estancia con una bóveda de cañón enladrillada.
A la entrada tenía un salón con chimenea y sofá-cama, a su lado la cocina, pequeña, totalmente equipada. 
Tras él, separados por una pared a media altura, dos dormitorios, uno en altillo, baño totalmente equipado y moderno. Wifi, tv, nevera, surtido de pastas, tes, cafes.

Atenta gerente. Nos dio todo tipo de explicaciones: sobre los trulli, el nombre de Alberobello (no entendimos bien: Albero?: cazadores?). Nos dio un plano. Nos dijo qué visitar, qué mejores restaurantes. 

A través de ellos varios rtes realizaban descuentos:

PIZZERÍA  PEPPINO, a 1km en la misma carretera. 
Rte FIDELIO, 
rte GUERCIO DE PUGLIA, 
y en rte IL PINACCULO ofrecían un menú 18€ (fue fabuloso)…

Precio del Massera rosa: 42€ (21€pp) (Debió ser una oferta, con booking, pues el día siguiente eran 150€, por eso nos cambiaríamos al también excelente Trulli SERENO ANGELO  en Locorotondo)

Muy recomendable el Massera Rosa.

En realidad era difícil escoger pues por la zona había muchos y todos se veian muy buenos. Y no lo dudes, puesto que estás en la región de los trullis alójate en uno de ellos.

Esa misma noche fuimos a ALBEROBELLO, a 2km. ¡La leche! ¡Hasta 1500 trullis se concentraban en este pueblo de 12000hab! Agrupados en dos barrios: Rione Monti, la ciudad antigua, y Rione Aia Piccola, a un lado de la ciudad nueva.

Una calle principal: Largo Martelotta, los separaba, 

Aparcamos en ella. Imagino en temporada alta será imposible. ¡En Febrero pudimos recorrer ese barrio de Rioni Monti solos!

¡De pronto parecía que nos habían introducido en un cuento! ¡Una delicia pasear por esas callecitas peatonales flanqueadas de trullis!

Entre ellos estaba uno que era un restaurante: IL PINNACULO. Acogedor, buen servicio, y excelentes y abundantes platos. Muy recomendable.

Había un menú de 18€. 

De 1º ANTIPASTI. ¡No paraban de traer platos!. 1º los fríos: quesos, berenjena, pimientos, embutidos, salazones… ¡Sabores, texturas! ¡7 platos! Y cuando ya creíamos habían acabado, ¡pasaron a los calientes! ¡Otros 7! Igualmente muy interesantes y con esos intensos sabores. Sólo la trippa en escabeche (callos) no nos convenció.

De 2º elegías entre pizza o un plato casero: yo: orechietti (“orejitas”, la pasta “pellizcada”), con pulpetti (albondiguitas) y pomodoro (tomate) Mg: Farettone (más o menos unos raviolis) rellenos de ricota y setas. Ummmm. 
Y de postre: tiramisú y panacotta caramelo. Agua y vino de Apulia. 36€/2p

¡7 platos de anrtispasto frios!

¡Y faltaban otros 7 calientes!

orechietti con pulpetti

  

Nuevo paseo a la noche por ese barrio. ¡Y daríamos otro a la maña siguiente! ¡Y mil veces más hubiéramos ido a él!

23Feb: A la mañana ¡AMANECIÓ NEVANDO! Eso provocó que todo aquello fuera aún más espectacular. En poco tiempo se cubrió de ese manto.

Desayunamos en nuestro salón. Partimos a 9,15h. De nuevo aparcamos en Largo Martelotta. De nuevo recorrimos ese barrio de Rione Monti. De nuevo quedamos maravillados. ¡Más!, ¡pues nevado ya la imagen era sobrecogedora!

Pasamos a la ciudad nueva. Las distancias eran cortas. 
A un lado de ella estaba el otro barrio de trullis: Rione Aia Piccola, estos más residenciales, ¡eran sus casas!, aquí no había trullis-souvenir, trullis-restaurantes etc. Igualmente mágico pasear por allí.

Colindante a ellos, LA PIAZZA DEL POPOLO, con sus árboles minuciosamente podados. 

En ella había un mirador prodigioso, al frente teníamos una perfecta panorámica de Rione monti. ¡Talmente una aldea de gnomos!

  

El corso VIA ENMANUELLE ensartaba esa ciudad nueva, con sus tiendas y boutiques. Unos 300m hasta acabar en LA PIAZZA CURRI presidida por la IGLESIA SAN COSME DAMIANO. A su lado IL CENTRO PARROQUIALE DI DON PEPPINO CONTENTO! (sin comentarios...)

Había dos museos: el del territorio, en las cercanías de plaza Popolo (de visitar uno, éste) y el de los trullis, tras la iglesia de la plaza Curri (era eclesiástico)

A 10,45h partimos. HACIA MARTINA FRANCA, a 15km. Transitando por carreteritas secundarias, “campesinas”, preciosas, salpicadas de vides, olivos, trullis… ¡Íbamos a paso de tortuga para disfrutarlo lo más posible!

11,10h llegamos. 

¡Fue un shock pasar de ese paisaje espectacular a aquel extrarradio tan horroroso, con edificios mamotretos! Pero insisto en lo de no dejarse llevar por la envoltura. Pasada ésta ¡igualmente Martina Franca nos regaló unas calles, palacios, iglesias y rincones de fábula!

La ciudad antigua ocupaba un núcleo central, dibujando una forma elíptica. 

El apelativo de “franca” le venía del siglo XIV, cuando el rey Felipe de Anjou la exoneró de pagar tributos. Con ello se enriqueció, hasta el punto de poder alzar su propio castillo y murallas con 24 baluartes. 

Aparcamos en la avenida que circundaba ese casco histórico, en via Mercadante. 0,5€/1h.

Y entramos en ese universo laberintico de bucólicas calles, entre las que se abrían plazas como la del Plebiscito con la iglesia de la Magdalena, la plaza Roma con el palacio ducal y el arco San Antonio que daba acceso a otra: XX septiembre, con el teatro. Decenas de palacetes, conventos…

  

arco san antonio

palacio ducal

 

En la C/Garibaldi entramos en un café con encanto: CAFÉ FANETTI, tomamos capuchino y expresso, junto a unos pasteles: BOCONOTTO de ricota y pera, ZIPPOLE (harina, uva, ron, “strutto). Ummm. 7€/2p. El pastelero era el abuelo, “el nono”, de toda la vida. ¡Y qué bien estuvimos con el día frío que estaba haciendo! Volvió a nevar un rato, con fuerte viento. 1ºC.

12,30h Pusimos rumbo más al sur. Hacia EL TACÓN DE LA BOTA. 100km hasta Lecce.