sábado, 24 de agosto de 2019

LHASA-JOHKANG

EL TEMPLO JOHKANG.  
“La residencia del muy precioso”. El lugar más sagrado del Tíbet. Su centro geográfico y espiritual. 

El tibetano sueña con visitarlo por lo menos una vez en su vida.


Es del 639 dc. 
Lo inició el rey S. Gampo para albergar la imagen de Buda traída al Tíbet por su esposa nepalesa. A su vez, también alzó el templo Ramoche para hacer lo mismo con la portada por su esposa china. Esa imagen era  Jowo Sakyamuny. Al morir el rey, la princesa la trasladó también al Johkang. Hoy es la imagen más venerada del Tíbet

S. Gampo y sus dos esposas

En 1959 los monjes se atrincheraron acá para resistir la invasión china.
1966-1976 lo convirtieron en porqueriza
1979 autoridades chinas repararon su afrenta restaurándolo

Su entrada principal se hacía desde la plaza Barkhor.


Frente a esa entrada había dos enormes sangkars (incensarios), dos altos y estilizados postes de oración, de color dorado, y una gran sala de lamparillas, repleta de esas velas con mantequilla de yak que los fieles encendían.



sala lamparillas

Esa mantequilla se ofrecía en los diversos puestos sitos en la plaza, en unos paquetes amarillos muy característicos.



También a la entrada estaba la ESTELA del tratado chino-tibetano
, la firmada por el sucesor de S. Gampo en la que China permitía gobernar a Tíbet en lo conquistado:

“no habrá guerras ni invasiones desde ningún lado de la frontera entre la región del Este, considerado el país de la Gran China, y toda la región del Oeste, considerada el país del Gran Tíbet”
                                                                                           
EL KOUTOU:
¡Lo más impresionante no eran ni esos incensarios, ni los darchens, ni la sala lamparillas… sino la gran cantidad de fieles que había apostados frente su fachada!



Se postraban reiteradamente, realizando el koutou, palabra china que significaba literalmente “dar en la cabeza” (contra el suelo)


Desde la posición erguida a arrodillarse y tumbarse sobre el suelo, extendiendo los brazos. Muchos ayudándose con una colchoneta y con unas tablillas sobre las palmas de sus manos.  Una y otra vez.


Así, homenajeaban a las imágenes de Buda del interior del Johkang.

Y también lo hacían para PURIFICAR SU SUMISIÓN A LOS 5 VENENOS: el deseo, la ignorancia, la envidia, el orgullo y el odio.


Había tres clases de koutou:
largo: levantaban sus manos por encima de la cabeza, las bajaban tres veces a la altura del pecho y se prosternaban en el suelo.
koutou corto, se arrodillaban y tocaban  el suelo con la cabeza y los brazos.
El koutou sonoro, los fieles arrodillados frente la imagen de Buda juntaban las palmas a la altura del pecho y se inclinaban tres veces antes de dar con la frente en el suelo. Después, se deslizaban en esa posición hasta los pies de la estatua y rozaban a Buda con la cabeza.


¡Y tocaba ya entrar! 
La taquilla quedaba al lado de esa puerta y arco principal.


Entrada: 85Y-9€

Sin amedrentarnos por la fiera expresión de los dioses guardianes pasamos a un primer patio donde ¡hasta su último rincón presentaba la iconografía tibetana!


En ese patio estaba el trono del Dalai Lama, l
a subida al piso superior 
y la entrada al SANCTA SANTORUM.

trono DL


El perímetro de ese cuadrado sancta sanctorum estaba formado por una veintena de capillas, unas al lado de otras, todas atiborradas de los distintos tipos de Budas, personajes históricos, dioses protectores o darmaphalas… 
A sus pies las ofrendas. Junto a mandalas, murales con la historia de Sakyamuni, estatuas de Guru Rimpoche, Cherasing… Apenas iluminadas con lámparas de manteca. Se masticaba su característico olor enranciado, también el del humo del incienso.

La capilla principal era la central, en ella se cobijaba la imagen de Jowo Sakyamuni, el Buda histórico, que llegó a Tíbet desde la India. En torno a ella se forjó la civilización tibetana.

entrada al sanctasanctorum



Después ascendimos al piso superior, también en una disposición cuadrada y con otra decena de capillas.



Y la AZOTEA, 
con sus soberbias vistas al patio interior del Johkang, y hacia la otra cara a la Plaza Barkhor ¡y más lejos!: ¡la imagen hacia el Potala era sublime!


En ese tejado estaba la rueda de la ley dharma, con sus 8 radios, símbolo del camino óctuple budista. Flanqueada de dos ciervas, en su caso símbolo de pureza y del primer sermón de Buda en el parque de los ciervos en Sarnath (India)



¡Impresionante, espiritual, místico, el Johkang!

Después hicimos la visita por el Barkhor y a A 21h cenamos en el Restaurante NAM TSO: empanadas de yak+arroz verduras y otro con cerdo+pollo curry. 11Ypp-1,5€pp.

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